Santa Catalina "De raíces profundamente salesianas: historia y legado de una obra que transforma vidas"




La historia de la Obra Salesiana Santa Catalina de Alejandría en Buenos Aires refleja un compromiso profundo con la educación, la fe y la comunidad. Desde sus humildes comienzos en el siglo XIX, ha sido un ejemplo de cómo la entrega y la visión de sus fundadores han permitido crear espacios que no solo forman mentes, sino también corazones. La devoción a María Auxiliadora y a Santa Catalina de Alejandría ha sido un faro que guió su desarrollo, enriqueciendo la cultura local con valores y espiritualidad.

A lo largo del tiempo, la Obra no solo ha crecido en infraestructura y oferta educativa, sino que ha sabido adaptarse a los cambios sociales y culturales, manteniendo siempre su misión de servir a los jóvenes y a sus familias. La incorporación de la participación de comunidades y la modernización de sus estructuras evidencian un compromiso con la relevancia y la innovación sin perder su identidad. La obra salesiana es un testimonio de que, con fe, dedicación y visión comunitaria, es posible transformar realidades y dejar un legado que trasciende generaciones.
Un poco de Historia
Origen y FundaciónLa historia comienza en el siglo XIX, en un Buenos Aires aún muy rural y con fuerte presencia de familias patricias.
El fundador, Marcelino Rodríguez, fue un devoto de Santa Catalina de Alejandría, y con sus recursos construyó una capilla en 1861 en su honor.
Tras su muerte en 1875, sus hijos Herederaron los bienes y cedieron los terrenos al Arzobispado, que luego los transfirió a la Sociedad Salesiana, estableciendo la presencia salesiana en esa zona.
Desarrollo y ExpansiónDesde 1885, con diferentes directores salesianos, se fue ampliando y mejorando el colegio, que supo integrar varias infraestructuras, como naves laterales, una torre gótica y un nuevo edificio para la Escuela Normal en 1932.
Se destacaron también aspectos devocionales, como la fundación de la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora en 1902 y la consolidación de la devoción mariana, especialmente en mayo.
Institucionalización y EducaciónA lo largo de las décadas, el colegio fue creciendo en oferta educativa: desde cursos elementales, pasando por la normal y magisterio, hasta la incorporación de un bachillerato en 1946.
Se crearon asociaciones como la Unión de Padres de Familia, fomentando la participación de las familias en la comunidad escolar.
Construcción de la Iglesia y ObrasLa estructura del templo original se demolió en 1953 por peligro de derrumbe y se construyó una nueva iglesia, cuya piedra fundamental fue colocada en 1955 y que quedó habilitada en 1968-69.
Se continuó creciendo: adquisiciones de propiedades, construcción de gimnasio, y obras en el edificio escolar en los años posteriores, culminando en la inauguración del nuevo edificio en 2018.
Relevancia y Proceso ActualEn 2016, se inició una articulación con otras Casas Salesianas, y en 2018, la comunidad salesiana se trasladó a la Casa San Juan Evangelista, con la designación del primer director general laico, señalando un proceso de modernización y fortalecimiento de la presencia salesiana.
Reflexión final
Para mí, ser parte de la obra salesiana Santa Catalina no es solo un compromiso laboral, sino una verdadera vocación y una fuente de alegría profunda. Cada día, al colaborar en este proyecto que ha sido un sueño y un legado, siento que formo parte de algo más grande que yo, una historia de amor y entrega que trasciende generaciones. La felicidad que me aporta trabajar con jóvenes, acompañarlos en su crecimiento y vivir en comunidad es inmensa. Estoy convencido de que, desde mi lugar, puedo contribuir a mantener vivo ese legado, construyendo un futuro lleno de esperanza, fe y solidaridad. Ser parte de esta obra es una bendición y una oportunidad diaria para crecer en valores y en humanidad.




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