Don Bosco: Un sueño que le marcó el camino
A sus 9 años tuvo un sueño que quedó profundamente grabado en su mente para toda la vida. En el sueño, le pareció encontrarse cerca de su casa, en un terreno muy espacioso, donde estaban reunidos un montón de chicos que se divertían. Algunos reían, otros jugaban, unos pocos se insultaban. Al oír los insultos, se puso inmediatamente en medio de ellos, usando los puños y las palabras para hacerlos callar.
En aquel momento apareció un hombre venerando, de aspecto varonil y noblemente vestido. Un blanco manto le cubría todo el cuerpo, pero su rostro era tan luminoso que no podía fijar la mirada en él. Lo llamó por su nombre y lo mandó ponerse a la cabeza de los muchachos, añadiendo estas palabras:
"No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos. Ponte ahora mismo, pues, a instruirlos sobre la fealdad del pecado y la belleza de la virtud."
Aturdido y espantado, le recordó que solo era un niño pobre e ignorante, incapaz de hablar de religión a aquellos muchachos; quienes, cesando en ese momento sus peleas, alborotos y blasfemias, se recogieron en torno al que hablaba.
Sin saber casi lo que le decía, Juan le dijo:
-¿Quién es usted, que me manda una cosa imposible?-
-Precisamente porque tales cosas te parecen imposibles, debes hacerlas posibles con la obediencia y la adquisición de la ciencia.-
-¿En dónde y con qué medios podré adquirir la ciencia?-
-Yo te daré la maestra bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio, y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad.-
-Pero, ¿quién es usted que me habla de esta manera?-
-Yo soy el hijo de aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día.-
-Mi madre me dice que, sin su permiso, no me junte con los que no conozco. Por tanto, dígame su nombre.-
-El nombre, pregúntaselo a mi Madre.-
En ese momento, junto a Él, vio a una mujer de aspecto majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada punto del mismo fuera una estrella muy refulgente. Contemplándose cada vez más desconcertado en sus preguntas y respuestas, hizo señas para que se acercara a Ella y, tomándole bondadosamente de la mano, le dijo:
-Mira.
Al mirar, se dio cuenta de que aquellos chicos habían escapado y, en su lugar, observó una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y otros muchos animales.
-He aquí tu campo, he aquí donde tienes que trabajar. Hazte humilde, fuerte, robusto; y cuanto veas que ocurre ahora con estos animales, lo deberás hacer tú con mis hijos.-

Volvió entonces la mirada y, en vez de animales feroces, aparecieron otros tantos mansos corderos que, saltando y bailando, corrían todos alrededor como si festejaran al hombre aquel y a la señora.
En tal instante, siempre en sueños, se puso a llorar y rogó al hombre que le hable de un forma que pudiera comprender, pues no sabía qué quería explicarle.' Entonces Ella le puso la mano sobre la cabeza, diciéndole:
-A su tiempo lo comprenderás todo.
Dicho esto, un ruido lo despertó; y todo desapareció.
Análisis general:
La presencia de niños que juegan, ríen y blasfeman representa un entorno cotidiano y natural, como suele darse en cualquier patio, pero también es un escenario de lucha interior entre la inocencia, la corrupción y la búsqueda de valores.
El hombre que aparece es sin duda Jesús que junto a su Madre María simbolizan figuras de autoridad espiritual y maternal, que transmiten enseñanzas de pureza, virtud, obediencia y sabiduría. La luminosidad de sus rostros y sus vestimentas muestran su carácter divino y celestial.
El mensaje que nos deja, habla sobre la importancia de la mansedumbre y la caridad para ganar a los demás, en lugar de la violencia.
La necesidad de instruirse en la virtud y en la ciencia, representa el conocimiento y la sabiduría verdadera.
La referencia a la madre y a la enseñanza familiar subraya la importancia de transmitir valores desde el hogar.
Los animales peligrosos (cabritos, perros violentos, osos) simbolizan las pasiones, las tentaciones o las dificultades morales y espirituales que Don Bosco debe aprender a dominar.
Los corderos mansos representan la pureza, la humildad y la renovación espiritual que Don Bosco debe cultivar.
La clave para crecer en virtud es ser como los animales mansos, humildes y fuertes en espíritu.
La frase "A su tiempo lo comprenderás todo", indica un proceso de aprendizaje y maduración espiritual.
Sin duda alguna, podemos decir que este sueño marcó la vida de Don Bosco, y de muchas generaciones que seguimos este camino Salesiano. Que bueno que es poder interpretar los sueños, y asi, encontrar nuestro camino futuro.
¿Qué enseñanzas de este sueño podemos aplicar en nuestra vida para crecer en virtud y hacer el bien a los demás? (Escribe en los comentarios)
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